Blanca Alfaro reconoce que hubo fraude en las pasadas elecciones generales y que recibió orden judicial de repetirlas, pero se negó a obedecer por una solicitud de su hija.
Ahora le echa la culpa a las mesas receptoras. A la pitonisa no hay amuleto que la salve de la cárcel por los múltiples actos de corrupción que le serán comprobados, tome nota.}
CONTINUARÁ…